Parece que todo incita con intensidad al cambio, como si el fluir natural y continuo de la vida se acelerara y empujara con fuerza desde todos los ángulos en dirección a nuevas amplitudes. Me viene la imagen de un río caudaloso que tiene que atravesar una garganta estrecha para llegar después a otras espaciosidades.
Tal vez estemos en medio del estrechamiento, todo impulsa hacia el centro, los acontecimientos se suceden y crece una fuerza que empuja a lo desconocido. De repente, el trabajo pierde sentido, las relaciones dejan de aportar aquello que las alimentaba, las convicciones se tambalean, las creencias no se sostienen, el exterior se vuelve caótico y contradictorio… todo es confuso. En un momento toda la vida planificada se desbarata y todo intento de querer conservar, mantener, retener es infructuoso y se convierte en fuente de sufrimiento. A mayor resistencia, mayor sufrimiento.
Podemos atrincherarnos en lo de siempre, pero entonces el miedo empieza tomar posiciones y va ganando más y más terreno, porque todo lo que nos rodea nos amenaza, todo está inestable y la pretensión de controlar aparece cada vez más inconsistente. Todo esfuerzo acaba en una sensación de fracaso y desconcierto. El miedo aumenta en la misma medida en que intentamos apoyarnos fuera.
Dicen que ningún mar en calma hizo buenos marineros. Tal vez este momento nos esté invitando a cambiar de estrategia, a pasar de la lucha a la escucha, del enfrentamiento a la apertura, del control a la confianza. Dejarse arrastrar por las fuerzas que empujan al centro y atreverse a bucear en la propia profundidad.
Es tiempo de soltar, de soltarse, de entregar, de vivir la incertidumbre de no-saber y dejar de resistirnos, de ponernos a favor y no en contra. Más que buscar es abrirnos al encuentro y ser capaces de dejar de querer reproducir lo de siempre, el impulso de la vida es incontrolable, las posibilidades infinitas.
La transformación es la aparición de un nuevo orden que da origen a algo inédito, totalmente distinto a todo lo conocido, abrirnos a ello aligera el proceso.
Y si te sientes sola, si te sientes solo, que esto te sirva para recordar que estamos juntos en ello.
¡¡Gracias!!