UN CAMINO DE IDA Y VUELTA

Sin saber por qué, un día, un anhelo nace en el corazón. Es una sensación difusa, como un calorcito que poco a poco va creciendo y empuja. Es a la vez una fuerza y un desconcierto, una alegría y un descontento, una aspiración y una inspiración.

Según aumenta el anhelo va subiendo del corazón a la cabeza, allí se le da forma, se le pone nombre, se va concretando y empezamos a ver de otra manera.  Una luz nueva refresca, limpia y da relieve a la vida de todos los días, hay alegría y ligereza en lo que hacemos y todo parece más fácil.

Entonces nos ilusionamos (creamos una ilusión) y el anhelo se va convirtiendo en idea, en concepto, en un nuevo modelo de vida de tal forma que volvemos a caer en eso de querer encajarlo todo en el modelo y empiezan a surgir nuevas resistencias, la ligereza desaparece, la idea que nos habíamos hecho choca con la experiencia directa y una vez más empieza a crecer la confusión. Nos des-ilusionamos (la ilusión se rompe) volvemos a no entender nada, todo lo que nos puedan decir ya nos lo sabemos pero no nos sirve y mientras nuevas rutinas nos invaden, la vida, nos sigue invitando a VIVIR.

Puede que no nos demos cuenta, pero el camino de vuelta ha comenzado. En ocasiones es sólo el cansancio el que nos hace soltar, otras veces hay destellos que nos hacen sentir la llamada hacia lo simple, el guiño cómplice de las mil pequeñas cosas de todos los días que nos muestran su grandeza discreta en instantes fugaces.

En cualquier caso, por uno u otro camino más o menos tortuoso, vamos de vuelta al corazón, y al llegar, descubrimos que el anhelo sigue ahí, aunque algo ha cambiado, el viaje por la complejidad no ha sido inútil, pero es ahora, aquí, en la pura sencillez del corazón donde se produce el milagro y …¡¡¡ENTENDEMOS!!!

Es un entender que no necesita explicación, ni confirmación externa, ni reconocimiento, ni demostración. Es un entender que hace el mundo más ancho, más amable y a la vida más fácil, más ligera. Una evidencia inexplicable pero incuestionable para el que lo ve. Ya no hacen falta grandes cosas, no es necesario distinguirse ni marcar la diferencia, es tan simple como VIVIR.

Tengo la sensación de que estamos llamados intensamente a iniciar este viaje de vuelta al corazón, para vivir creativa y plenamente este instante, para dejar de esperar el cambio y empezar a vivir de una forma nueva y fresca cada paso, cada gesto, cada encuentro, cada hecho… es ahora, justamente ahora, cuando escribo, cuando lees, que está abierta la puerta a lo pleno, a lo bello, atravesarla no requiere tiempo extra, basta con estar aquí totalmente… ¡Tan simple!

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5 respuestas a UN CAMINO DE IDA Y VUELTA

  1. Antonio Delgado Cabeza dijo:

    Vamos de vuelta al corazón. Gracias Mati.

  2. Carmen dijo:

    . Es un entender que hace el mundo más ancho, más amable y a la vida más fácil, más ligera.Siempre gracias

  3. Carmen Gloria dijo:

    Que lindo !! Que verdad !!
    Mil Gracias Mati 🙏🏻

  4. María jose dijo:

    Gra IAs Mati

  5. Ana dijo:

    Gracias Gracias por ponerle palabras.. que dan sentido a sensaciones que revoloteaban adentro.

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