LA DANZA DE LA VIDA

¿Te has dado cuenta de que este mundo está siempre en todo momento en movimiento?

Se habla de la danza de la vida y realmente en el mundo que vivimos no hay nada quieto. La intimidad de cada una de las formas que parecen tan sólidas y tan estables es movimiento. Ni un solo átomo de este cuerpo, de la mesa, del árbol, del libro, del perro, de cualquier cosa que veas, esta quieto. Mira bien, porque no hay nada, absolutamente nada que esté quieto, salvo el espacio donde las formas surgen y se manifiestan.

Lo único quieto no puede verse, tocarse o cogerse, todo lo demás, lo que constituye el mundo, la creación, el universo… es el resultado del movimiento, tal vez por eso se hable de la danza de la vida. Porque ese movimiento no es a lo loco, no va cada cosa a lo suyo, por su cuenta, sino que por el contrario es un movimiento bien organizado, en una perfecta armonía, cohesión, cooperación, donde nada ni nadie gana o pierde, no es una carrera a ver quién llega primero, quién lo hace mejor o quién llega más lejos. Es un universo que surge por asociaciones donde todo se apoya mutuamente para ir formando coreografías cada vez más complejas en la danza de la vida. El micro y el macrocosmos nos hablan de lo mismo. Hay una perfecta interacción entre todo.

Cuando nos asomamos a mirar con curiosidad, sin moldes predeterminados, sin explicaciones previas, el modelo competitivo no aparece por ningún lado.

La interpretación de estar en un mundo hostil es únicamente humana, es la visión de un ser que se vive separado y ajeno a todo, que ve enemigos por todos lados, por abajo los virus, por arriba los meteoritos, por el medio el vecino de al lado y como consecuencia tiene que enfrentarse, vencer y someter a todo lo que le rodea, es como un bailarín loco con ganas de protagonismo que pretende controlar todo el baile.

Este universo no es hostil y no es competitivo, no entiende de la ley del más fuerte, ni de escasez. Este universo en el que vivimos es un derroche de creatividad, de formas, de belleza, es inagotable, colaborativo, acogedor, apoya a todos, entiende la ley de “todos ganan”, y hay sitio para todos y para todo.

Valga de ejemplo nuestro cuerpo, un maravilloso ecosistema fruto de la interacción de millones y millones de virus, bacterias, células, infinidad de microorganismos que cooperan, se organizan, se apoyan entre si para constituir esto que llamamos cuerpo.

Ante la maravilla que se despliega delante de nuestros ojos ¿Por qué no empezar a unirnos conscientemente a esta corriente de cooperación, de apoyo mutuo, de respeto y gratitud?

Está en nuestras manos vivir en un mundo más amable, la vida nos apoya ¿Te animas?

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5 respuestas a LA DANZA DE LA VIDA

  1. Carmen dijo:

    Magnífico. Esperando siempre tú sabiduría que nos abre caminos.

  2. Ana dijo:

    Gracias Mati, que belleza y que lucidez hay en tus palabras. Un abrazo

  3. Inma dijo:

    ¡¡¡Por supuesto que si!!! Me animo yo y me alienta la vida, que me va guiando con ese movimiento armónico que, a poco que nos fijemos, nos va llevando al CRECIMIENTO.
    Gracias infinitas por todo lo que nos ayudas en este proceso.

  4. María José dijo:

    Yo me animo . Precioso Mati

  5. Isabel dijo:

    Mati, gracias por ser luz. Un abrazo

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