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Os saludo después de esta breve ausencia.
El verano es tiempo de encuentro, de ocio, de ir hacia fuera, de acción, de aire libre, es un tiempo extrovertido y ajetreado que nos envuelve y nos invita a la expresión, al cambio continuo.
En el trajín veraniego es fácil sumergirse en una apacible inconsciencia, pero a la vez nos ofrece la oportunidad de estar Presentes en la expansión.
La vida es relación, un intercambio dinámico que puede establecerse a muchos niveles distintos, todo depende de nuestra percepción, ésta es la que marca el nivel de relación en el que nos situamos. Si desarrollamos una percepción de lo sutil, si nos hacemos sensibles a lo invisible y descubrimos el sentido sagrado de la vida, abrimos la puerta a la transformación.
¿Cómo hacer esto?
En la India saludan inclinando suavemente la cabeza y uniendo las manos a la altura del pecho dicen “Namaste”, con este sencillo gesto están diciendo “lo divino en mí honra lo divino en ti” o dicho de otra manera, “veo lo sagrado que hay en ti”, de esta forma cada encuentro tiene un instante para trascender el condicionamiento, para abrir la puerta a la Presencia. Cuando reconocemos en el otro lo sagrado estamos haciendo consciente su Presencia.
¿Por qué no al levantarte cada día te tomas unos segundos para saludarlo con un “Namaste”?
Luego a lo largo del día, internamente inclínate pronunciando en silencio Namaste, en tus encuentros en el trabajo, en la cola del supermercado, en tu casa… igual que cuando dices “Hola, buenos días”, llena de conciencia tus saludos, sin más pretensiones que el saludo en sí mismo, … un instante para reconocernos… lo sagrado en mí… lo sagrado en tí.
Un prodigio es el ser humano, desde luego. Para no hablar de la naturaleza en general. Y es bueno aprender a ser consciente, claro. Lo que pasa es que para una persona que esté sufriendo lo indecible a causa del paro, por ejemplo, un milagro sería encontar un trabajo digno. Otro milagro, que la gente se portara decentemente. Y así. Gracias por esta entrada, Mati, y por hablar de la intervención de Jesús de la que nada sabía (como de tantas cosas, jajajaj).
El comentario anterior debiera haber ido en la entrada siguiente; lo siento. Me colé.
¡Muy buenas Elvira!, es un honor para mi saberte por aquí.
No puedo poner enlace con la charla de Jesús porque no está grabada.
A lo que apunto en la entrada a la que supongo se refiere tu comentario es precisamente a que las cosas no son casuales, hay hilos invisibles que unen los acontecimientos que se manifiestan a todos los niveles, en la naturaleza, en nuestra vida, también en la sociedad, cuando nos damos cuenta de esto, no podemos hacer que la gente se porte decentemente, pero si podemos vivir esos acontecimientos de otra manera, y esto traerá sus consecuencias que a lo mejor visto desde otro ángulo es auténtica magia.