Los Ritmos

Avanza el confinamiento y se nos ofrecen nuevas oportunidades de «ver» cosas.

Una importante son los Ritmos de la energía.

En este tiempo habremos podido observar que hay días en que todo es fácil: basta un poco de receptividad y una alegría suave parece ser el fondo de todas las cosas, una alegría porque sí, que no depende de nada y que nos mueve a interpretar cada cosa que pasa de forma benévola, compasiva o al menos comprensiva. En cambio, otros, sin saber por qué, parece que todo se oscurece, la alegría no brota sola, hay que tirar de memoria,  las cosas parecen atascarse y uno se pregunta «¿qué he hecho mal?», sin encontrar  una respuesta clara. Las mismas actitudes, las mismas acciones, palabras, relaciones, incluso sentimientos, que ayer rodaban suavemente, hoy chirrían, y a poco que me descuido me veo entristecido, molesto o incluso enfadado.

Simplemente hay un reflujo en la energía.

Lo primero y más saludable que hay que hacer con estos Ritmos es aceptarlos, porque están.

Pero ¡¿para qué sirven?! ¡¿qué utilidad tienen?!

Quizás tengan una utilidad  transformadora. La carencia nos hace añorar la armonía, y cuando se repite nos permite darnos cuenta de que en nosotros hay partes que aunque disminuya la energía, siguen conectadas a «algo» central, sólido, y partes que en cuanto no las inundan se ponen tristes, protestonas o rebeldes.

Darse cuenta de esto ya es un logro importante. Darse cuenta y aguantar con paciencia, porque lo normal es que la parte  central, solida, no sea muy grande y la otra si, por lo que tenderá a taparla en esos momentos.

En la práctica para sacarle partido al proceso rítmico, en cuanto uno ve que la cosa no va, sentarse, entrar en Calma y asumir la situación de “malestar” sin contarnos ninguna historia al respecto. Puede ser cuestión de un par de minutos, a veces un poco más… pero seguramente tengamos que hacerlo varias veces al día.

Por último, comprender la existencia y el funcionamiento de los ritmos puede ayudarnos a entender cuando alguien desbarra, se le va la olla más o menos. La descripción que uno hace del mundo y de los demás, normalmente aporta poca información sobre el mundo o los demás, pero mucha sobre la persona que la hace, porque en realidad describimos fuera nuestros paisajes interiores.

Así que ¡ánimo y al Ritmo!

 

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3 respuestas a Los Ritmos

  1. Carmen dijo:

    La armonía es muy necesaria en estos momentos.Mil gracias por la luz que aportas para hacerlo más llevadero.

  2. Carmen dijo:

    Gracias! Como veterana y buena practicante, aportando Luz a esos «pequeños» descubrimientos que algunos vamos viendo y sintiendo en nuestro interior.
    Un beso desde el corazón, Mati.

  3. Carmen dijo:

    Ojalá este proceso nos traiga poder compartir foros por video para los que no podemos desplazarnos, sería un regalo de la vida
    Seguro que ya los hay y yo no lo sé, si me podéis informar, agradecisima.

    Un abrazo

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