Te invito a parar. Cada día ten un rato para quedarte en quietud y asentarte en tu centro. Unos instantes de descanso, no hay búsqueda, no hay preguntas, no hay objetivo más allá de este momento. Unos instantes de quietud, sin historia, sin futuro, sin tiempo.
Lo quieto manda en lo inquieto, dice el Tao. Dedica unos minutos cada día para entrar en lo quieto, donde todo cabe, donde nada sobra. Lo quieto sostiene todo el movimiento de la vida, TODO, no hay distinción, no hay preferencia ni rechazo, todo cabe en lo quieto.
Sitúate ahí sin más pretensión, sin más intención. Perder el tiempo carece de sentido cuando se está en la eternidad.
A través de ti, lo quieto se hace evidente, armonizando, pacificando la vida. La vida Una fluye a la manifestación de lo múltiple.
Te invito a parar, soltar las armas, rendirte y descansar. Permítete sentirte acogido sin condiciones, lo quieto no exige nada, no pide nada, no juzga… eso es Amor. Todo está sostenido por el Amor.
Te invito a entrar cada día en la amplitud de tu centro, soltarlo todo y descansar. Descansar en el Amor.
Buscar la quietud…ese rincón del alma en silencio amoroso…a mí me gusta decir la quietud…quieta y quedarse ahí en el amor…vivirlo todo desde ahí.Profundo y bello el artículo Mati…como todo lo que escribes….
Yo me veía así…como en la imagen que has puesto…me hubiera quedado ahi….
Muchas gracias Rosa, en la quietud nos encontramos, somos Uno
Gracias Mati, por invitarnos a tomar asiento en la antesala de lo que llamamos cielo, sin necesidad de volar a otras latitudes. Lo tenemos aqui, a nuestro lado, siempre dispuesto a abrirnos sus puertas. El vacio creativo donde sin buscar, se encuentra TODO.
Mati,recuerdo que en una ocasion, en un semirario que hicistes con Enrique, hacias referencia a lo conveniente que es quedarte quieta y entrar en ese «torbellino» que nos agita,quedarte ahí sin más.Cuando lo práctico, es una sensación entre el «vértigo» y la confianza de que hay algo que me va sostener.Intento hacer pequeñas pausas a lo largo del día y aunque es recomendable no buscar nada en concreto,me doi cuenta que sí lo busco y en ese darme cuenta intento no enredarme pero es como un anhelo de «encontrar», hay una inercia racional a que se» cumpla» una expectativa de esa quietud.Se que esto también hay que integrarlo pero no me gusta y hay una parte que lo rechaza.
Rocío, todo es perfecto, la quietud está por todas partes, todo ocurre en la quietud…
Precioso!
Hola, Matilde.
Enhorabuena por el blog. Lo conocí a través del blog de Rafael Valencia SenderismoYoga:
http://senderismoyoga.blogspot.com.es/2014/12/desde-el-vacio-el-blog-de-matilde-de.html
Un saludo,
Joaquín
Gracias Joaquín.
La quietud es lo más bonito y positivo que se puede hacer. Un afectuoso saludo.