Un pensamiento genera una emoción, e-motion = energía en movimiento. Toda emoción una vez expresada desaparece, pero si se bloquea el movimiento de esa energía, es decir, si se bloquea la expresión de esa emoción, aquello quedará ahí, empujando por salir y generará un millón de pensamientos más.
Ningún pensamiento jamás puede desbloquear un nudo emocional, simplemente lo sostiene y si buscamos pensamientos opuestos para neutralizar la emoción, tampoco sirve, porque esa emoción no es más que una energía puesta en movimiento y por lo tanto lo único que puede hacer que aquello desaparezca es precisamente permitir la expresión de ese movimiento en lugar de bloquearlo.
Cuando sentimos una emoción sin resistirnos a ella, ésta se agota y todos los pensamientos asociados desaparecen.
Hay una poderosa práctica que consiste en sentir y dejar ir los pensamientos. David Hawkins nos habla de esta práctica en su libro “Dejar ir”.
Podríamos resumirlo en dos palabras: Siente… y suelta.
Hemos sido educados en el control, en huir de cualquier emoción que pueda no ser agradable y tenemos la bodega llena de una inmensa energía que amenaza con explotar en cualquier momento y que busca válvulas de escape para aliviar la presión, manifestándose en el cuerpo, en nuestro actos inconscientes, en nuestras relaciones… pero nosotros hipnotizados, absorbidos por nuestros pensamientos, no nos damos cuenta y no entendemos nada. Nos preguntamos mil veces ¿por qué esto? ¿por qué a mí? ¿por qué ahora?, sin darnos cuenta de que la respuesta está justamente ahí, en el corazón de la pregunta, empujando para salir, para expresarse. Sería tan fácil como bajar de la mente al cuerpo y… sentir, sin querer entender, sin justificar, sin buscar razones, el corazón no entiende las razones de la mente.
La comprensión viene después, es el regalo, primero hay que sentir y luego soltar y entonces sin complicados análisis, sin grandes cadenas lógicas de razonamientos, se produce la comprensión, sorprendente, completa.
Puedes ensayar a hacer una pequeña práctica, siéntate en quietud, conecta con tu cuerpo y si hay cualquier tensión, lleva tu respiración ahí, inspira y siente, sin querer que se pase, sin querer que se quede. Y al exhalar,… suelta, permite.
Luego atrévete a ensayar en las mil contrariedades de la vida cotidiana, ante cualquier situación que desencadena en ti un movimiento emocional que tiendes a rechazar, en lugar de rechazarlo o alimentar pensamientos sobre ello,…. Date cuenta…. Siente… y suelta.
Mati: Te felicito por esta «nueva versión»de un blog, ya veterano con unos cuantos años de existencia.
SIENTE Y SUELTA: Solo dos palabras con fonética parecida, cuya práctica, al tiempo que uno se para a sentir las emociones, produce efectos mágicos en la limpieza del trasfondo, donde almacenamos las emociones «congeladas».
Gracias por recordarnoslo con imágenes tan bellas y palabras tan sencillas.
Mati, es muy interesante lo que escribes sobre los pensamientos y las emociones que generan.Este tema sigue siendo una costante para mi.Cada día estoy mas segura de la repercusión que tiene el pensamiento en nuestras emociones y como éstas influyen en nuestra salud física y psíquica.
Identifico el pensamiento y la emoción(miedo) pero no logro soltar esa emoción ,ya que posiblemente se quedó incrustada la primera vez que sucedió y cada vez que surge esa emoción vuelve a alimentar esos pensamientos, como tú indicas en el texto.Me gustaría preguntarte: si puedo identificar el pensamiento y la emoción ¿porqué se queda bloqueada la emoción ?¿no es suficiente identificarla para que no se quede enquistada y se suelte? Gracias
Hola Rocío, la emoción no hay que soltarla, hay que vivirla. No basta con identificarla, se tiene que expresar, que vivir. Se suelta el pensamiento y se vive la emoción, esa es la clave. Cuando la emoción llegue quédate sintiendo y suelta todos los pensamientos asociados.
Gracias Mati. Muy interesante. Algo intuyo. Los pensamientos, conscientes o inconscientes, tienen como mision preparar a tu cuerpo para algo. La mente/ego/pensamientos generan la emoción, que es en lo que se traduce en tu cuerpo para conseguir algo. Por ejemplo, el pensamiento «miedo» sirve para generar sensacion de miedo (emoción) que alerte a tu cuerpo ante un peligro. Ahora bien, si te quedas atento a la emoción, sientíendola, dejándo que corra su energía (entregas la emocion) , ya no tienen sentido los pensamientos, pues se generaron para prepararte para algo que se ha agotado «solo». Por tanto, cesaran. Siente …. Suelta, que bien resumido.