ELIJO PAZ

En ocasiones el dolor del mundo se te viene encima y parece que te ahoga, ¡Es tanto y tan profundo!.

La violencia con mil formas y disfraces distintos, a veces tan burda, a veces tan sutil, el eterno enfrentamiento entre yo y el otro, entre nosotros y ellos, que va desde esa batalla que libramos dentro de cada uno entre la parte aceptada y la negada, la luz y la sombra del yo pugnando consigo mismo, hasta el enfrentamiento de naciones y pueblos, creando muros, levantando alambradas, enarbolando banderas, defendiendo ideologías o territorios….. Media humanidad contra la otra media y en cada mitad millones de guerras intestinas como si de un fractal se tratara reproduciéndose a sí mismo….

Y todo ese dolor se me cuela dentro, como si yo fuera el campo de batalla que recibe la sangre derramada de ambos bandos entremezclándose en una sola sangre imposible de separar ya.

No quiero eludir responsabilidades sino optar decididamente por no alimentar ninguna forma de violencia, separación o enfrentamiento, encontrar la acción adecuada sostenida por una conciencia amplia, acogedora, intentarlo una y mil veces, empezar cada vez sin violentarme a mi misma cuando mi visión corta me arrastre.

Gandhi decía que una persona que no está en paz consigo misma está en guerra con el mundo entero.

Quizás no podamos solucionar los grandes problemas del mundo, pero siempre podemos construir la paz en nuestro interior, en nuestra casa, en nuestro trabajo, en nuestro círculo de amigos, en nuestras relaciones de todo tipo…. No imaginamos el alcance que eso puede tener.

Te invito si quieres a elegir paz una y otra vez … ¡Gracias!

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2 respuestas a ELIJO PAZ

  1. Mª Jesús dijo:

    Me ha gustado la reflexión que has hecho y que has llamado ELIJO PAZ. ¡Remueve!
    Es muy difícil abstraerme de los movimientos o acontecimientos “chungos” que ocurren en el mundo y me parece que la naturaleza se revela. Y no me siento ajena.
    Veo también movimientos “buenos” que miran por la paz y el bienestar del planeta, me parecen pequeños y valientes gestos que a la vez proporcionan un gran bien.
    Tienes razón cuando dices que lo mejor es empezar por uno mismo e ir contagiándolo a todo lo cercano y poco a poco ampliando el círculo. Me imagino las hondas que genera una piedra cuando la tiramos al agua.
    Me gusta eso…. “intentarlo una y mil veces, empezar cada vez sin violentarme a mi misma cuando mi visión corta me arrastre”.
    Muchas gracias por compartir tu reflexión, me recuerda lo importante que es “recolocarse uno”.

  2. Matilde dijo:

    Me ha encantado tu reflexión y gracias siempre por estar ahí iluminando y animando a que fructifique La Paz siempre, desde lo profundo sin alimentar o sostener la división, somos Unidad y desde ella se irá transformando el entorno en Amor y Luz . Un abrazo de Matlde

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