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¿Has pensado que puedes mirar tu problema desde otro ángulo?
Había una vez dos monjes que estaban en el mismo monasterio y a los dos les encantaba fumar. Tenían un problema que no sabían cómo resolver. Su problema era: “¿Puedo fumar cuándo estoy orando?”, lo habían hablado muchas veces pero no conseguían llegar a un acuerdo, así que decidieron ir cada uno de ellos a su superior. Después volvieron a verse y uno de ellos le preguntó:
– ¿Qué te ha dicho tu abad? ¿Te ha dicho que puedes fumar?
– ¡¡No, se enfadó muchísimo!! Y me regañó simplemente por haberlo planteado. ¿Y a ti qué te ha dicho?
– Mi abad estuvo encantado conmigo. Me dijo que no había ningún problema. ¿Qué le preguntaste a tu abad?
-¡Pues ¿qué le voy a preguntar?! le dije si podía fumar mientras rezaba.
– Bueno, pues eso debe ser, yo le pregunté “¿Puedo rezar mientras fumo?”
