OTRA FORMA DE ENTENDER LA ALIMENTACIÓN

En todo este proceso de conciencia que estamos viviendo juega un papel muy importante la alimentación. El cuerpo también está cambiando, es necesario que se prepare y se adapte para sintonizar, recibir y expresar esta nueva Conciencia. La fuerza física cada vez es menos necesaria y en cambio nos vamos haciendo más sensibles a lo sutil, a lo invisible, por tanto es lógico que cambien las necesidades alimenticias.

El interés cada vez mayor por una alimentación más natural, es algo más que una simple moda. Observamos cómo disminuye el consumo de carne en la dieta diaria de mucha gente sin tener ningún planteamiento especial, y es evidente que en no muchos años ha disminuido la cantidad de comida que consume una persona. Que la cocina más vanguardista presente platos casi “etéricos” no es casualidad.

Sin embargo es cierto que se come mal, demasiadas comidas procesadas, demasiados químicos y aditivos que intoxican silenciosamente, demasiado desconocimiento de lo que se come… y una gran industria alimenticia en la que prima el negocio por encima de todo lo demás.

No obstante, el movimiento de fondo está ahí y aunque a veces parece que estamos despistados, a poco interés que tengamos, nos encontramos con una gran cantidad de información disponible.

Salir de la mecanicidad siempre es difícil, por eso cuesta tanto cambiar los hábitos alimenticios,  pero  merece la pena prestar atención a las señales que nos envía el cuerpo y a las que nos ofrece la vida en forma de sincronicidades (la información necesaria en el momento preciso)

Cualquier persona que introduce en su vida la práctica de la atención consciente, que se responsabiliza de sus experiencias, que abre la puerta a otras posibilidades, se descubre haciendo cambios en su alimentación sin proponérselo.

El cuerpo también se va sutilizando, la transformación está teniendo lugar a todos los niveles, también en el plano más denso, aquí en nuestras células, en este cuerpo físico vehículo de expresión de la conciencia.

Podemos  buscar una alimentación acorde con el proceso que estamos viviendo y más allá de lo simplemente “saludable” establecer una nueva relación con los alimentos. Empezar agradeciendo antes de comer y descubrir el aspecto sagrado de la alimentación, es otra forma de apoyar y acelerar dicho proceso introduciendo un nuevo nivel de coherencia.

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