.
“Este cambio de visión no es espectacular ni instantáneo, y la nueva visión aparece gota a gota. Apenas nos damos cuenta de que es una nueva manera de ver, pasamos de largo, sin ver, quizá como el hombre de las cavernas que pasa junto a una pepita de oro y la mira un instante porque brilla y después la tira – ¿para qué sirve el oro?. Hay que pasar y volver a pasar cien veces por el mismo punto insignificante, que a pesar de todo brilla un poco, que tiene un no sé qué de particular, antes de comprender que el oro es oro – hay que inventar el oro, hay que inventar el mundo entero y encontrar lo que ya está aquí.
La dificultad no está en descubrir los secretos ocultos, sino en descubrir lo visible y este oro insospechado entre las trivialidades, – en realidad no hay trivialidades, sólo hay inconsciencias. Hay un hábito milenario de ver el mundo según nuestra necesidad y en relación a nosotros, lo mismo que el explorador en la selva, que ve la madera de rosa y solamente la madera de rosa.
Para hacer el descubrimiento es necesaria una cierta dosis de “excentricidad” y finalmente nos damos cuenta de que esa excentricidad es el primer paso de un centramiento más verdadero y la clave de un mundo de relaciones totalmente nuevo. Nuestra selva se pueble de aromas desconocidos y todo es un descubrimiento.”
Satprem
