Lo fundamental…. Conectar con lo sagrado.
Pasar ahí el mayor tiempo posible.
Cultivar incansablemente esa conexión porque es de ahí de donde mana y brota la vida, una dulzura infinita de Amor sin fin que se desborda y fertiliza lo que toca.
Y la acción surge adecuada, precisa, eficaz, discreta y poderosa… en toda circunstancia, en cada momento, con una enseñanza, con un regalo a descubrir para cada uno, con su nombre.


Siempre esperada y agradecida .