Voy y vengo viajero
Del ardor de la batalla
Al punto cero.
Miles de años de experiencias, miles de años batallando en esta forma, en esta dimensión densa. Miles de experiencias acumuladas en esa interminable lucha con un “sí mismo” contradictorio, dividido, que ansía ser algo algún día, soñando una perfección futura y sufriendo una carencia inexistente.
¡Tantas vidas vividas! Experimentando la víctima y el verdugo, el culpable y el inocente, el rico y el pobre, el vencedor y el vencido… para volver de nuevo a matizar otro aspecto, desde la eterna insatisfacción, desde el miedo esencial del que cree poder perder algo o tal vez no llegar a conseguir lo imprescindible.
Eterno buscador eternamente perdido, añorando entre batalla y batalla un instante de reposo, un atisbo de ese punto cero sin tiempo, sin forma, sin sueños ni pesadillas…
Viajero del universo, caminante de las estrellas, encarnando la dualidad, la batalla del bien y del mal, de la luz y la oscuridad en este cuerpo entrenado en la lucha por la supervivencia, ¡Como si la muerte existiera!
Tal vez sea el momento de dejar de ir y venir, cesar la búsqueda y rendirnos para caer en ese punto cero.
¡Rendirnos! Qué miedo le da esa palabra al luchador, y sin embargo, sólo el que se rinde atraviesa cierto límite para caer de lleno en el punto cero, sin historia, sin futuro, ese punto de partida y de retorno, plenitud rebosante de donde surge la creación. Aquí, Ahora
Os dejo el enlace de esta canción con cuyo estribillo empiezo este comentario. Pincha aqui. VIAJERO
¡Cuánta verdad encierran tus palabras!Seguro que no hay nada mejor que rendirse, pero es tan difícil!