TAL COMO ES

Qué fácil y con qué constancia tratamos continuamente de cambiar a los demás, y cuanto más los “queremos” , más empeño ponemos en ello. Es muy fácil convencerse de que sabemos qué es lo mejor para el otro, siempre nos mueve la preocupación por su bien, lo que tienen que hacer o dejar de hacer, lo que les conviene y lo que no….

¡Cuánto sufrimiento encierra esa creencia!  Sufre el que juzga como un error lo que el otro hace, dice, o no hace o no dice, y sufre el que se siente juzgado, porque en el juicio va incorporado el rechazo, va implícito un “así no eres suficientemente válido”.

Aprender a aceptar incondicionalmente parece a veces una empresa imposible, sin darnos cuenta de que es una guerra perdida resistirnos a lo que es.

Tenemos tan interiorizado el modelo de lo correcto, de lo adecuado, de lo que “debe ser” que negamos y rechazamos la vida que Es en aras de algo inexistente. Perdidos en nuestro pequeño punto de la trama queremos controlar todos los hilos y así vamos intentando cambiarnos unos a otros, sufriendo porque no nos aceptan y haciendo sufrir porque no aceptamos.

Hay un regalo mucho más efectivo que podemos dar en lugar de nuestros bienintencionados consejos machacones: una presencia serena y acogedora, libre de juicios, rendida ante el misterio de la experiencia del otro, confiada en que aquello encierra toda la posibilidad de plenitud para el que lo vive.

No lo tomes como  un consejo,  si no lo ves así… ¡perfecto tal como lo ves! ¡perfecto tal como es!

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8 respuestas a TAL COMO ES

  1. Es verdad…. a veces nos cuesta tanto no interferir !!

  2. Isa dijo:

    Gracias Mati, muy clarificador. Gracias

  3. María Jesús dijo:

    En mí, la palabra «constancia» me ha resonado a «cabezonería».
    Que cierto es que sufre el que juzga y el que se siente juzgado.
    Para mí es muy difícil aceptar incondicionalmente. Parece que eso de incondicionalmente es como la perfección.
    De todos modos, el leer esto («Tal como es») ha sido como abrir una ventana y sentir el aire fresco…
    Muchas gracias Mati.

  4. David dijo:

    En mi opinión para que sufra el que juzga debe ser algo consciente y para que sufra el juzgado este debe ser algo inconsciente. Si los dos son plenamente conscientes ni hay juicio , ni hay dolor. Establecer una consciencia que supere al ego es harto complicada en un mundo dominado por el segundo. Las palabras emitidas ya en sí encierran el ego del que habla, solo el silencio sin segundas intenciones puede sobrepasar al ego y esto es muy complicado, en un mundo lleno de ruidos perturbadores. Si callamos y dejamos que se cometan injusticias, no xomos cómplices de ellas? Y si hablamos , estamos juzgando?. Muchas gracias por tu maravillosa reflexión.

  5. mati dijo:

    El sufrimiento siempre es el resultado de la inconsciencia (la ignorancia que dicen los budistas)
    No todos los silencios son cómplices, ni todas las palabras son juicios

  6. Margarita dijo:

    Mati, he escuchado varias de tus ponencias en Viento del Sur. Gracias por tus palabras. La última ha sido sobre la enfermedad. Me gustaría que no aconsejaras algún libro que nos arroje un poco de luz sobre el tema de la enfermedad, para entender algo más de esas interpretaciones que hacemos de las situaciones y que provocan nuestros males.
    Gracias por tu dedicación y ánimos.

  7. Eddy Maria dijo:

    Me encanta pues es lo que más perjudica al ser , en ellos me incluyo pero tan disficil es cuestión de un aprendizaje diario desde las entrañas paro no caer en las tranpas del ego y unas de las actitudes más nocivas para La Paz
    Paz tan nesecitada en estos tiempos “que todos suponemos tener la razón
    Gracias Mati por traer ese tema a colación
    Un abrazo desde Nicaragua quiere La Paz
    Eddy

  8. Carmen Fachal Veiga dijo:

    Muy acertado para no cometer errores con toda nuestra buena intención,muchas gracias matilde

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